Esta entrada es la continuación de la anterior, esta vez me referiré a los focus group pues no son considerados pruebas de usabilidad, sino grupos de enfoque.

En un focus group el objetivo está relacionado con la obtención de opiniones y sentimientos por parte de los usuarios acerca de cosas determinadas, y en proceso se basa en juntar un grupo pequeño de personas (5 a 8 normalmente) y sentarlas alrededor de una mesa adquiriendo información a partir de sus reacciones frente a diseños e ideas que les sean mostrados.

No es mejor o peor que una prueba de usabilidad, recalco que se diferencian en objetivo y resultados, su uso puede considerarse apropiado para saber qué es lo que le gusta a la audiencia, incluso qué es lo que necesita (a manera de concepción). También sería correcto para probar la reacción frente al nombre que estoy utilizando en los distintos elementos de mi sitio, o para saber si la proposición que planeo entregar es atractiva y de idea aceptable. Sería incluso fiable para saber qué siente mi público frente a mis competidores (tal vez la razón de proponer generalmente grupos de enfoque por parte del personal de marketing de una empresa/firma).

¿Debilidades? Dentro de un grupo de enfoque -a mi juicio- existen variantes que podrían desviar la eficiencia de los resultados, por ejemplo podría haber un participante (o algunos) que a partir de su carácter dominante intente anteponer su opinión sobre la de los demás tal vez de participación leve o de carácter sumiso. O inconscientemente podría formarse un líder y esto condicionar las respuestas de los demás o les impida exponer sus reacciones originales.

Entonces, a diferencia de las pruebas de usabilidad, sus resultados no sirven para saber si el sitio web funciona, pues generalmente se realiza en la etapa de concepción, es decir, el participante no conoce aún el sitio web ‘final’.

Parte importante del éxito o fracaso depende del correcto uso de cada herramienta de evaluación-mejora. No tengo frase de chispita hoy :(

 Corresponden a una de las herramientas más influyentes presente en el desarrollo de un proceso web, gracias a la vasta y útil información que puede ser obtenida a partir de la misma. Su objetivo es claro: comprobar si el sitio funciona o no, y qué hacer para mejorarlo

Son de uso imperativo gracias a su capacidad de revelar la cantidad de ‘grietas‘ que pudieron no ser tomadas en cuenta durante el desarrollo del sitio, y en caso de continuar sin darles importancia es más que seguro que afectarían el correcto funcionamiento del mismo.

Debido a la falta de experiencia dentro de esta área relativamente nueva, se confunde prueba de usabilidad con focus group, habiendo una clara diferencia de objetivo y resultados entre ambas herramientas, en esta oportunidad escribiré sobre las pruebas de usabilidad y en la próxima entrada sobre los focus group.

En las pruebas de usabilidad, mediante procesos individuales se le muestran pantallas de interfaz a un usuario único, y se le pide que averigüe qué es (prueba de captación) o que intente utilizarla para realizar una tarea normal (prueba de tarea clave).

Cito a Steve Krug, autor de ‘No me hagas pensar‘:

«Cuando lleva unas semanas trabajando en un sitio, ya no puede verlo de forma objetiva. Sabe demasiado.»

Estamos diseñando para el usuario, y el usuario no somos nosotros, ni presentamos las mismas necesidades. El cliente es el cliente, y nosotros somos nosotros, el usuario es el ente en el cual gira en torno nuestro trabajo y es imposible olvidarlo. No todo el mundo utiliza la web de la misma manera o tiene igual dominio en la navegación. Así bien majadero :)

Es considerable hacer pruebas dentro de los procesos en los cuales se pueda ‘volver atrás’, por muy sencillas que puedan resultar, además de cuando el sitio esté casi finalizado (como pruebas, son repetitivas y no ocurren solo una vez). Esto en pos de trazar una trayectoria correcta desde la concepción a la culminación, y para reducir los costos que conlleva querer hacer un cambio en un sitio ya terminado.

Sobre la cantidad de usuarios necesarios: las pruebas son repetitivas, y sus resultados no se basan en el número de usuarios participantes. La media es tres, y como mucho cuatro. ¿Por qué? Ciertamente es más valioso hacer más de una ronda para cada prueba a tratar de solucionar todo a partir de los datos de una sola ronda. Una cantidad pequeña siempre va a encontrar los problemas más significativos, acelera el proceso de reunir información y además no siempre se cuenta con los recursos financieros para elaborar una ‘gran prueba gran‘ de usabilidad.

A la hora de escoger los usuarios, no es aconsejable enfocarse en escoger sólo un tipo de usuario determinado a menos que la ocasión lo amerite, por ejemplo, si se está diseñando un sitio de carácter ‘solo para mujeres‘. Lo óptimo es contar con personas con curiosidad sobre el tema, y es recomendable ofrecer un incentivo monetario.

Sobre el lugar físico donde hacer la prueba, una sala con un computador y dos sillas, una para el examinador y otra para el participante. Importante pero prescindible, software de grabación.

Conclusión, ahorro financiero para el cliente, inversión inteligente.

Yo y mis frases de chispita.

chispita te aconseja

 

Si bien su uso es generalmente poco valorado, el título es parte del contenido y como tal condiciona el futuro de nuestro sitio.

No es un secreto que los usuarios comienzan a navegar en internet la mayor parte de las veces a partir de un buscador (me incluyo), y el único atisbo que poseen sobre lo que será nuestro sitio web es nuestro bien elaborado título. Es decir, sin importar cuán eficiente, eficaz y productivo sea nuestro sitio web, todo se reduce al título de cada página como la primera y decisiva impresión.

Además del posicionamiento al que pueda optar nuestro sitio web con respecto a las búsquedas, nuestras visitas enlazadas desde buscadores siempre van a estar condicionadas de acuerdo al título por el cual los usuarios nos distinguen.

Esta vez la cita le toca a Jakob Nielsen:

«Un título de página es microcontenido, y necesita ser una perla de claridad«

A mi parecer, es la portada por la cual juzgarán nuestro libro. 40 a 60 caracteres es lo ‘óptimo’ para titular y explicar lo que la gente encontrará dentro de la página, suficiente para dejar en claro los objetivos propuestos.

Además del factor buscador web y para describir un fenómeno particular: cuando utilizo la barra de marcadores de mi navegador para marcar los sitios que deseo visitar en otra ocasión ¿Qué sucede? A menos que el título sea evidentemente conocido como por ejemplo ‘Google’, dentro del menú de favoritos es sólo un título: debe funcionar por sí mismo y no carecer de sentido cuando no se encuentra soportado por el contexto del sitio.

Los navegadores web actuales cuentan con la capacidad de acceder a un sitio determinado escribiendo en la barra de navegación los títulos y subtítulos (h1 – h6 en HTML) que contengan, dejando al título como uno de los puntos principales a considerar a la hora de desarrollar cada página de un sitio.

¿Y qué sucede con el historial de navegación? Exactamente lo mismo, si el título de nuestras páginas no actúa por sí solo, sólo lograría aumentar la dificultad del usuario para encontrarnos. Para este caso en particular es imperativo diferenciar las diferentes páginas con diferentes títulos: es nefasto tener varias páginas dentro del historial con idéntico nombre pero diferente título y tener que buscar una por una; y poniendo el caso de títulos poco originales el riesgo de tener igual título a otras páginas es preocupante, una total falta de usabilidad.

Para estos puntos, es óptimo contar con títulos de dos a seis palabras, incluso es posible titular a la página de inicio con una sola palabra.

Otro consejo indispensable a tomar en cuenta al momento de la búsqueda por título, es que es posible optimizar los mismos para acelerar el proceso de búsqueda haciéndolos tender a la naturaleza de un eslogan. Para optimizar un título pueden tomarse en cuenta los siguientes consejos:

  • Comenzar con una palabra que coincida con las necesidades de los usuarios al buscar un menú.
  • Mover los términos que representen información al comienzo.
  • Dejar de lado los artículos. (Algunos listados están ordenados de manera alfabética)
  • ‘BIENVENIDOS A MI PÁGINA’ no es un buen título. UNTITLED DOCUMENT, tampoco. (he visto innumerables)

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Seamos completos ;)

Hasta la próxima entrada.